Decorar velas puede parecer una manualidad de lo más sencilla, sin embargo es sorprendente lo mucho que abre las puertas al poder creativo de cada uno y ¡cuánto disfrutan los más pequeños diseñando sus propias velas!
Sunflower, su prima Carmen y yo pasamos una mañana delo más entretenida y amena convirtiendo unas sosas y aburridas velas blancas, en auténticas obras de arte llenas de color.
Una actividad divertida que estimula la motricidad fina y la imaginación.
Además estas velas tan bonitas nos vienen genial para nuestro centro de mesa, pues como te conté aquí solemos comer y cenar en familia con una vela encendida.
¿Quieres sorprenderte como yo? Mira cómo se hacen…
¿Qué necesitamos?
- Velas blancas (o de cualquier otro color)
- Cera de modelar de abeja (un material totalmente natural muy presente en las escuelas Waldorf. La cera de modelar tiene un aroma muy agradable y sus colores armoniosos nos encantan. Tenemos de la marca Stockmar y de Artemis). (Editado: Ahora tenemos unas láminas de Stockmar ultrafinas disponibles en el Atelier mira aquí)
- ¡Tus manos y tu imaginación!
Técnica de decoración
La técnica no puede ser más sencilla, se trata de ir cogiendo trocitos de cera de diferentes colores, darles forma y superponerlos a la vela con un poco de presión.
Solo hay que dejarse llevar por la inspiración y jugar con los colores.
La cera de abeja, al modelarla con las manos, se va calentando y es muy suave y maleable, por lo que le puedes dar la forma que desees.
El resultado siempre será llamativo, y al tratarse de cera de abeja, al cabo de un rato se endurece y sin embargo el brillo de los colores no se pierde, perdura en el tiempo.Un efecto similar para decorar las velas podría conseguirse con plastilina, pero claro no es un material que se pueda fundir con el calor de la llama, así que no serviría. Esta es otra de las ventajas de utilizar materiales naturales para crear y jugar.
Nuestras obras de arte…
Sunflower quiso hacer nieve de colores, así que fue poniendo diferentes topitos por toda la vela. El efecto es espectacular.
Carmen prefirió diseñar un paisaje campestre, con un árbol como protagonista, y le quedó una vela preciosa.
Yo me dejé llevar y esto es lo que salió…
Y así ha quedado nuestro centro de mesa primaveral con la vela de Sunflower.
Una manualidad para repetir ¡al menos cada estación!
El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo. – Gustavo Adolfo Bécquer
Silvia dice
Hola,
me parece una manualidad sencilla y muy bonita. Tengo una duda: la cera no se cae?