Soñando una escuela – Por Esther Zarrias
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En los últimos años he estado inmersa en desarrollar (no sin ayuda) un proyecto educativo el cual está fundamentado en aquello que la evidencia saca a la luz de cómo las personas aprendemos y cómo favorecer que estos aprendizajes sean más eficaces.
La escuela en la cual trabajo es conocida por ser una escuela en la que los niños/as aprenden a través de espacios preparados.
Pero esto no es del todo cierto: la propuesta no es tanto un cambio de metodología o de herramientas sino que es la base, el fundamento lo que cambia y las estrategias que se utilicen para llegar a nuestro objetivo pueden ser diversas y variadas.
Algunos entornos educativos están en contradicción con la evidencia científica
En los últimos años, los estudios sobre cómo se desarrolla el cerebro humano y cómo aprendemos las personas, se han difundido considerablemente, ampliando nuestro conocimiento de cómo algunos entornos educativos están en directa contradicción con estas investigaciones.
Si la escuela atiende aquellas evidencias que demuestran aquello que es positivo para nuestro aprendizaje, estaremos siendo mucho más eficaces en el proceso de enseñanza-aprendizaje y tendremos más posibilidades de que los niños/as adquieran habilidades como:
- la autogestión
- la autorregulación
- la capacidad de decisión
- el pensamiento crítico y divergente
- la autonomía…
En definitiva adultos más capaces para enfrentarse a las habilidades propias de la sociedad actual.
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El cambio educativo y sus obstáculos
En muchas ocasiones os he hablado sobre el cambio de mirada hacia la infancia y de la necesidad de que este cambio se materialice pero soy consciente de que este cambio frecuentemente va acompañado de soledad, desprecio y/o escepticismo por parte de los equipos de los que formamos parte.
El último año he estado colaborando con un proyecto y he devorado lecturas sobre la gestión del cambio y de cómo llevarlo a cabo. En el artículo de hoy me gustaría acercaros a una lectura que para mí se ha vuelto imprescindible si nos planteamos llevar a cabo un cambio sustancial en nuestra organización.
Lectura recomendada
Nuestro iceberg se derrite
Nuestro iceberg se derrite, de John Kotter (Ed. Granica 2013) trata sobre la gestión del cambio y las resistencias que se derivan de él, a través de una fábula con pingüinos.
En la introducción empieza diciendo: «El que acierte a controlar bien el cambio prosperará grandemente, el que no sepa hacerlo correrá un riesgo».
Qué dicen los expertos en gestión del cambio
En no pocas ocasiones he hablado con compañeros de profesión del hecho de que a la hora de afrontar un cambio en la escuela, no somos expertos ni en gestión de grupos ni en gestión del cambio.
Pues bien, tiremos del hilo, veamos qué nos dicen aquellas personas que sí lo son, basémonos en modelos que si bien no nos pueden garantizar al 100 % el éxito (esto es muy difícil de garantizar casi con cualquier cosa) van a ser una poderosa y valiosísima guía para facilitarnos este proceso.
La fábula inicia así:
(…)«Hacía muchos, muchísimos años que el iceberg estaba en ese sitio. Grandes muros de nieves perpetuas se erguían en la superficie y daban abrigo a los pingüinos durante las altas tormentas de invierno. El mar que lo rodeaba era rico en alimentos. (…) Hasta donde llegaba la memoria de los pingüinos, la colonia siempre había vivido en ese iceberg, «este es nuestro hogar» decían si alguien se aventuraba a descubrir su mundo de hielo y nieve» (…) «y siempre será nuestro hogar».
Trata sobre una colonia de pingüinos y sobre cómo uno de ellos se da cuenta de algo que precisa de un cambio urgente:
«Fico se parecía a los demás de su especie y actuaba más o menos como ellos (…) pero Fico era distinto de los demás pingüinos por un aspecto muy importante: era extraordinariamente curioso y observador.
Al compartir su certeza con los demás empiezan a surgir las primeras resistencias:
«Este jovencito dice que el hielo al derretirse ha abierto ese canal. ¡pero tal vez no lo haya abierto! (…) ¡pero tal vez eso no suceda! (…) ¡pero tal vez no se congele! (…) ¿cómo sabemos si todo eso que nos dice no es más que pura teoría? ¿Loca especulación? ¿Una manera de difundir el miedo?»
Pero Fico busca ayuda y persiste en su intento:
«Los pájaros estaban aturdidos, incluso aquellos que normalmente reaccionaban a todo diciendo «sí muy bien, pero». Ese sentido de complacencia, de que todo-está-perfectamente-bien-gracias, empezaba a hundirse en el vasto océano. Fico, Luis y Alicia no era conscientes de ello, pues no eran profesionales expertos en cambio, pero al reducir la complacencia e incrementar la urgencia habían dado exactamente el primer paso para salvar la colonia».
Kotter plantea un proceso de ocho pasos para el cambio exitoso:
- Crear un sentido de urgencia. Ayudar a los otros a ver la necesidad de cambio y de actuar inmediatamente.
- Organizar un equipo guía. Un grupo, dice que » goce de mucho crédito, que tenga capacidad de liderazgo, de análisis, autoridad, facilidad de comunicación y sentido de urgencia.
- Desarrollar el cambio de visión y estrategia. De qué forma será distinto el futuro del pasado y cómo se puede hacer ese futuro una realidad.
- Comunicarse para obtener comprensión y aceptación. Es importante que el mayor número posible de personas entiendan y acepten la visión y la estrategia.
- Facultar a otros a actuar. Suprimir la mayoría de los obstáculos de modo que los que quieren hacer realidad esa visión puedan lograr ese objetivo.
- Producir éxitos a corto plazo. Presentar lo más pronto posible algunos éxitos visibles e indiscutibles.
- No cejar en el empeño.
- Crea una cultura nueva sosteniendo las nuevas formas de comportamiento y asegurándote de que tengan éxito hasta que adquieran fortaleza suficiente para reemplazar a las viejas tradiciones.
Si estáis inmersos en procesos de cambio os invito encarecidamente a leer a este autor y a empaparos de lecturas que puedan empoderaros y ayudaros a gestionar el cambio y este sentido de urgencia. Porque sí, es urgente crear entornos educativos que atiendan a la evidencia de cómo aprendemos las personas.
Tal vez no seamos unos expertos, pues nadie nos ha enseñado sobre ello pero tenemos la posibilidad de aprender y de buscar ayuda en aquellos que sí que saben. Desde luego hacer una inversión de tiempo en aprender a cómo gestionar los cambios en la escuela de una manera óptima (no sin esfuerzo) antes de ponernos a mover muebles o a enzarzarnos unos con otros me parece una opción a tener muy en cuenta…
Consulta prácticas educativas efectivas
¡Oh! No quisiera acabar el artículo sin haceros una última recomendación. Visitad esta página web. Es un recopilatorio de evidencias que recoge prácticas educativas efectivas. Os invito a revisar y reflexionar la eficacia de algunas de ellas…
Espero que este artículo os haya sido de ayuda, ¡nos seguimos leyendo el próximo mes!
Anna dice
Me parece precioso el articulo! Y muy util. Muchissimas gracias!
Esther dice
Muchas gracias Ana! 🤗