Cuando acabé la carrera de psicología, salí de la facultad con la idea de que sabía mucho de desarrollo infantil y de que todas las técnicas de modificación de conducta que me habían enseñado, servirían.
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la universidad, y tengo más herramientas para entender mejor lo que puede expresar un niño y por qué, lo hubiese llevado de otra manera.
Una herramienta: la psicomotricidad vivenciada, vivencial o relacional
Primero de todo, ¿qué te llevó a convertirte en psicomotricista?
He trabajado muchos años como educadora de calle con menores en riesgo social y necesitaba más herramientas para entenderles mejor y poder hacer mejor mi trabajo.
¿Cómo definirías entonces qué es la psicomotricidad vivenciada?
Podríamos decir que se trata de favorecer un espacio, un material, un tiempo y un acompañamiento al niño para que desde su movimiento espontáneo y juego libre pueda ir conectando con su deseo, con su motivación, con aquello que le hace vibrar, que le hace moverse en el mundo.
Entonces, ¿es recomendable para cualquier niño o niña?
Exactamente, es recomendable para cualquier niño o niña. Y también se trabaja con adolescentes.
¿Y por qué este trabajo se debe hacer en una sala de psicomotricidad?
Te diría que la sala de psicomotricidad aporta:
Entonces ¿no se puede hacer en casa?
En casa es otra dinámica, igual no es tan fácil encontrar ese espacio, ese tiempo, esa predisposición.
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porque en los otros espacios (casa, familia, cole…) en general es una estructura con más normas, a veces rígidas, en la que puede que no haya tanta cabida para la espontaneidad y lo que necesita el niño.
¿Y qué papel tiene la figura del psicomotricista en la sala?
El punto de partida es observar al niño, y para poder realmente llegar a observar al niño, es importante estar con lo que le pasa al niño, siendo consciente de lo que te pasa a ti como adulto, pero estando presente en lo que él está expresando, está diciendo, qué es lo que nos está contando con el movimiento, con el material que utiliza, cómo lo utiliza, qué nos cuenta cuando tiene un conflicto, cómo lo resuelve,…
Lo recomiendas a todos los niños, pero ¿hay síntomas de alarma que serían más urgentes para atender desde este espacio?
Pero, ¿qué es lo que se observa realmente desde la sala de psicomotricidad?
Se observa el desarrollo del niño. A nivel general podríamos decir que observamos su desarrollo:
- Motriz:
cómo se mueve, cómo está su cuerpo, su respiración, su gesto, su tono, su postura,… Todo lo que el cuerpo nos va diciendo. Porque el cuerpo es un chismoso, expresa todo el tiempo, no miente.
- Social:
cómo se pone en relación con su entorno, con los objetos, con los otros niños,…
- Emocional:
cómo veo que se siente, cómo lo puede expresar, de qué manera lo expresa, si es beneficiosa para él, para los demás, o no…
- Mental
o cognitivo: su atención, de qué manera pone en funcionamiento sus ideas, qué recursos tiene, de qué manera representa en el dibujo, el lenguaje,…
¿Y qué es lo que más te está llegando o lo que más ves en la sala? No sé, ¿muchos niños enganchados a la tele y a los videojuegos?
¿Y qué les ocurre?
Cuando son niños que pasan mucho tiempo con videojuegos, sobre todo son niños que cuando están en sala no saben qué hacer.
Y ¿cómo se puede desintoxicar toda esa sobreestimulación?
Pero la sala de psicomotricidad precisamente no es un espacio natural, ni tiene materiales naturales…
En realidad, toda esta filosofía o manera de entender de la psicomotricidad se puede ampliar a un entorno natural, pero lo que pasa es que en la sala de psicomotricidad al ser un espacio tan limitado, es como que pueden conectar con límites, con su seguridad, y por tanto con su intimidad.
Y qué nos dirías a los padres que queremos tener esta mirada de respeto, y queremos permanecer a la escucha de nuestros hijos, ¿cómo podemos hacerlo?
con los niños.
Eso parece tan fácil, pero es tan difícil llevarlo a cabo…
Sí, es fácil decirlo, pero es todo un proceso, que no acaba nunca.
Acabas de definir lo que sería para mí la maternidad consciente. Pero, debe haber algo más que podamos hacer…
Se trataría de mirar con confianza al niño, que sienta que confiamos, que creemos en él, en sus capacidades.
autoestima. Y eso es una base que no le favorece nada que quiera descubrir y explorar el mundo.
¿Y qué ocurre cuando no se da esto? Ahora pienso en aquel niño que se sube a un árbol y que la madre le grita enseguida ¡bájate, que te vas a caer!…
Ahí la madre tiene un miedo, pero ese miedo es suyo, y si no tengo conciencia de que es mío, se lo transmito al niño, y el niño se lo hace suyo.
Todo esto me recuerda a uno de los siete derechos naturales del niño… Entonces es muy importante estar atentos a cómo nos sentimos nosotros para poder respetar al niño…
Claro, debemos estar atentos a nuestros miedos, a nuestra desconfianza, a nuestra impaciencia.
Y ya para terminar ¿cómo deberíamos acompañar el juego de los niños? ¿Debemos jugar con ellos? ¿O simplemente observarlos?
El juego genera vínculo, es una manera de ponernos en relación. Pero es importante que haya placer, deseo en el juego por ambas partes.
Y si hacemos esto, y observamos ¿qué deberíamos observar en su juego?
Para ayudar, es requisito ver. Pero para ver, hay que querer ver, hay que saber ver y hay que saber dar sentido a lo que se ve – M. Chokler
cristina dice
Me gustaría saber si conoces a otra psicomotricista del perfil de Sabela y con su experiencia. Busco para una niño de 5 años. Muchas gracias.
Un abrazo,