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Aprovechando que estamos en la semana mundial de la lactancia materna voy a sacar a la luz un artículo que tengo en mi ordenador hace tiempo sobre qué me llevó a decidirme por la lactancia materna a pesar de estar totalmente convencida de siempre que no iba a hacerlo.
La lactancia materna no entraba en mis planes
Cuando ahora lo cuento mucha gente no se lo cree, pero antes de ser madre era muy distinta. No me preocupaba en absoluto por ser tan ecológica, natural y consciente, y eso incluía también todo lo relacionado con la maternidad. Puede sonar a excusa pero me formé como psicóloga cognitiva-conductual, siendo la parte conductista la que más peso tenía, y lo trasladaba a algunos ámbitos de mi vida.
Por eso, en el mundo cuadriculado y práctico en el que vivía cuando me quedé embarazada de mi hija, no entraba el dar teta. No lo contemplaba, sencillamente. Abogaba por una lactancia artificial en la que el padre y otros familiares pudieran también participar, y así liberar a la madre de esa “carga” que debía ser amamantar. Estar disponible a todas horas, en cualquier lugar, debía ser agotador.
Con soberbia y arrogancia decía en voz alta que yo no era una primate, que habíamos evolucionado mucho desde el primer homo sapiens y que eso de sacarse la teta en cualquier sitio era hasta vulgar. Y aunque este último comentario ocultaba en realidad un rechazo hacia mi propio cuerpo y feminidad, causado en parte por la educación católica y represiva a la que fui sometida de niña, era del todo irrespetuoso y me avergüenzo de ello.
Ahora, años más tarde, algunas de mis amigas más allegadas me recuerdan a veces mis palabras de entonces, y de verdad que no sé dónde meterme.
Porque mi hija no ha tomado ni un solo biberón en toda su vida. Y la única leche que la ha alimentado los primeros tres años de su existencia, ha sido la mía, leche materna.
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¿Qué ocurrió?
El destino se encargó de enviarme un ángel; J, una compañera del cole en el que trabajaba aquellos días, me dejó como quien no quiere la cosa unas fotocopias en mi casillero; algunos capítulos de libros que fueron más tarde para mí lecturas de cabecera, Laura Gutman y Carlos González entre ellas.
Al principio mostré resistencia, ¿pero quién se había creído? Ella intentó ser respetuosa, aún así discutimos.
Y aunque en un primer momento no tenía la menor intención de hacer caso a esas hojas, las leí. Y fue ahí, justo en ese momento de desconcierto, de incredulidad, de querer investigar más y más, cuando inicié la primera etapa de mi mamamorfosis, y supe que debía intentarlo.
Lo que no sabía de la leche materna
Tengo que reconocer que otro de los motivos por los que no quería amamantar era porque yo no fui amamantada. Mi madre no tenía leche, eso dice. Aunque la verdad es que la historia de mi nacimiento es más bien triste, casi para echarse a llorar (en Mamamorfosis escribí un apartado sobre ello), pero ahora puedo decir que después de haber hecho un trabajo posterior profundo sobre mi llegada y recibimiento al mundo, he entendido y he perdonado lo que ocurrió.
El caso es que antes pensaba «si yo con biberón hace casi treinta años crecí tan bien y tan sana (o eso creía), ahora que las leches de fórmula son mucho mejores, no hace falta la teta». Además muchas personas a mi alrededor (amigas y conocidas) también eran pro-biberón, sería por algo.
Un pensamiento simple, ya lo sé.
Pero es que entonces sabía muy poco de la leche materna. Sí, había escuchado que era lo mejor, los beneficios que aporta al bebé sobre todo los primeros 6 meses de vida, el tema del vínculo con la madre, pero no me había detenido a entender por qué.
Otros de los regalos que me hizo J con mucho respeto fue un libro «Lactancia natural» de Hannah Lothrop (que ahora tengo en el Atelier) y después de leerlo, totalmente atónita y pasmada, me dije, ¿cómo es posible que esto no lo sepa todo el mundo?
¿Por qué no se enseña en las escuelas?
¿Por qué no se conocen estas características tan alucinantes de la leche?
Tenía la sensación que había encontrado un libro secreto sobre el poder de la teta, y que la sociedad se había empeñado en esconder. Estaba aturdida.
¿Qué descubrí?
Si te interesa investigar sobre este tema te recomiendo que leas el libro (es un manual completísimo y me parece un must have para una mamá), pero voy a intentar hacer un breve resumen para que te hagas una idea según las cosas que iba descubriendo y que me iban asombrando cada vez más…
La leche materna es el alimento perfecto
Lo primero que no sabía es que nutricionalmente la leche materna es un alimento completo y perfecto, una combinación ideal de proteínas, grasas, carbohidratos y nutrientes que ninguna fórmula puede igualar.
Ya el calostro, ese oro líquido espeso que sale primero después de dar a luz, está especialmente diseñado. Es bajo en grasas pero alto en carbohidratos y proteínas, por lo que es rápido y fácil de digerir para los recién nacidos. Incluso tiene un efecto laxante que ayuda al bebé a expulsar su primera caca, una sustancia similar al alquitrán negro llamada meconio.
La leche materna que ya se produce poco después, tiene una lista inacabable de minerales y vitaminas: sodio, potasio, calcio, magnesio, fósforo y vitaminas A, C, y los ácidos grasos de cadena larga como omega-3 y omega-6, ambos importantísimos para el cerebro y el sistema nervioso en desarrollo.
El hidrato de carbono principal en la leche materna es la lactosa, que proporciona calorías copiosas y energía para alimentar el crecimiento tan rápido del bebé.
Otros azúcares también están presentes, incluyendo unos 150 oligosacáridos (quizás más, en el libro se menciona que los científicos todavía los están estudiando), que son las cadenas complejas de azúcares únicas de la leche humana. Repito: únicas de la leche humana. Estos oligosacáridos existen para alimentar a los microbios que pueblan el sistema digestivo de un bebé.
Y sobre los microbios, hay un montón también en la leche materna. La leche humana está llena de bacterias buenas que ayudan a que su sistema digestivo funcione correctamente. Así que la leche materna contiene no sólo las bacterias necesarias para ayudar al bebé a descomponer los alimentos, también el alimento que necesitan las bacterias.
Es tan completa que los bebés alimentados con leche materna ni siquiera necesitan beber agua, la leche le proporciona toda la hidratación necesaria. Y además contiene una variedad de aromas, sabores y texturas, pues los sabores de la leche materna son tan dinámicos como la dieta de la madre.
Con la lactancia materna pierdes grasa corporal
Como contrapartida para la madre, resulta que para producir la leche materna, las madres funden su propia grasa corporal. Literalmente, partes de nosotras mismas se disuelven, entre ellas la grasa glúteo-femoral. Por eso es fácil recuperar la figura cuando amamantamos. En mi caso me quedé más delgada que antes de ser madre y eso me encantó, suene bien o mal.
La leche materna es más que comida, es una medicina muy potente
Hay miles de estudios que demuestran sus efectos positivos en la salud general de los niños, por eso la Organización Mundial de la Salud y la Academia Americana de Pediatría recomiendan que los bebés sean alimentados exclusivamente con leche materna durante un mínimo de seis meses. (Sabiendo esto, ¿quién entiende que en este país todavía la baja maternal sea inferior? ¡Ni siquiera cuatro meses!).
Las vitaminas y nutrientes que contiene la leche combaten enfermedades y ayudan a proteger el sistema inmunitario del bebé.
Está contrastado que los bebés amamantados tienen menos índices de resfriados y virus. Y cuando se enferman, a menudo son capaces de recuperarse más rápidamente porque el cuerpo de la madre produce anticuerpos específicos para la infección del bebé.
Esto sí que me alucinó. ¿Cómo es posible que la leche pueda adaptarse al bebé, a si está resfriado, o no lo está? ¿Cómo lo detecta? ¿Hay una comunicación fisiológica?
La leche se adapta a las necesidades del bebé, pero ¿cómo lo hace?
Los componentes nutricionales e inmunológicos de la leche materna cambian todos los días, de acuerdo a las necesidades específicas e individuales de un bebé.
Resulta que cuando el bebé succiona el pecho de su madre, se crea un vacío. Dentro de ese vacío, la saliva del bebé se aspira de nuevo por el pezón de la madre, donde los receptores de la glándula mamaria leen sus señales. En esta especie de lavado a contracorriente se lee información sobre su estado inmunológico.
Todo lo que saben los científicos acerca de la fisiología de este proceso indica que la saliva del bebé es una de las maneras por las que la leche materna ajusta su composición inmunológica. Si los receptores de la glándula mamaria detectan la presencia de agentes patógenos, obligan al cuerpo de la madre a producir anticuerpos para luchar contra ella, y esos anticuerpos viajan a través de la leche materna de nuevo al cuerpo del bebé, a donde esté la infección.
¿Lo sabías? Yo esto lo desconocía totalmente antes y me impactó sobremanera.
Imagina lo mágico que es que cuando tu bebé esté con algo de fiebre o pachucho, piensa en cómo su saliva entra en tu cuerpo, tus glándulas la interpretan y tu cuerpo responde produciendo su medicina, justo la que necesita, ofreciéndole un recurso para defenderse de esa infección. A mí me parece algo maravilloso.
La leche materna es una conversación privada entre la madre y el bebé
Siguiendo con la explicación puramente fisiológica, ya se puede ver que la lactancia materna es un poderoso medio de comunicación entre la madre y su bebé.
Por eso incluso antes de que los bebés tengan ninguna noción sobre el tiempo, la leche materna les ayuda a comprender ciertos momentos, como el día de la noche.
Porque también hay hormonas en la leche materna, que son un reflejo de las hormonas que la madre está segregando. Las que nos ayudan a facilitar el sueño o a despertar están presentes en la leche, y obviamente la leche de día es totalmente distinta a la de la noche.
Dije sí a la lactancia materna
Todas estas fueron las primeras razones que me animaron a intentarlo. Más tarde fue cuando me adentré en las lecturas de Laura Gutman (te ha hablado de ella aquí), y ahí ya sí que todo acabó de hacer un clic y me encajó, fue como si viera la luz de por dónde quería transitar mi maternidad, a pesar de los miedos, a pesar de saber que tenía muchas cosas que resolver y que afrontar y que de esta manera iba a ser más duro.
Pero lo conseguí, felizmente. La lactancia de Sunflower fue una época (casi tres años), muy intensa, pero también muy corta, en la que ambas aprendimos mucho (quizás yo mucho más), en los que me di por completo, y de la que me queda la certeza de que tomé la decisión más adecuada para nosotras.
Por eso respeto muchísimo todas las posturas, he estado en ambos bandos por decirlo de alguna manera y puedo entenderlos, pero siempre me apena mucho que una mamá que desea dar el pecho con todo su corazón, no lo consiga por falta de información y de apoyo del entorno.
Tenemos mucho que hacer todavía como sociedad para acompañar a estas madres, para facilitar la lactancia, para informar sobre sus verdaderos beneficios (que no son económicos ni de puro marketing, sino genuinos a nuestra naturaleza humana) y promocionarla, porque si todo esto lo obviamos, lo ocultamos, ¿en qué se basa una mujer que da a luz para decidir si amamanta o no? ¿En los anuncios de madres felices con biberones ergononómicos libres de BPA y llenos de leche artificial?
Y ahora dime…
¿Cómo fue la lactancia de tus bebés?
¿Te decidiste por la lactancia materna? ¿Qué te hizo decidirlo?
¿La recomiendas a otras mamás?
La lactancia materna no es una decisión, es una responsabilidad. – La liga de la leche.
Faty dice
Maravilloso texto.
Tuve la fortuna de llegar a un grupo de La Liga de la Leche cuando tenía 8 meses de embarazo y aprendí tanto ese día que me quedó clarísimo que iba a amamantar ¡sí o sí!
Antes de eso creía que había mamás con leche y mamás sin leche; que era cuestión de suerte. Vaya que fue útil saber todo lo que la lactancia favorece a la salud, el vínculo y hasta la economía. Pero sobre todo, recibir tanto apoyo de otras madres.
María dice
Aquí mi experiencia:
Todo en mi ingreso a la maternidad fue caótico. Desde mi ‘encuentro con la madre que me habitaba'(mi relación había sido horrorosa), el parto inducido que terminó en una cesárea dolorosa e innecesaria, las noches de internación… las cuáles fueron 5 que pasé prácticamente sola (mi mamá había fallecido hacía 7 años y no me quedaba más que el papá…obviamente tan perdido como yo), el rechazo a querer alzar a mi bebé(simplemente no me apetecía… les pedí a las enfermeras que se la lleven la primera noche…¡porque lloraba!. Todavía me cuesta escribirlo, pensarlo o decirlo.)
En fin… todo iba cuesta arriba… sobre todo por mi ignorancia hasta que llegó el momento de la teta. Me la pusieron en el pecho y nos miramos. Comenzó el entuerto (contracciones durante la succión del bebé) y aún así, no quería soltarla. Nos estábamos entendiendo.
No tuve leche hasta el 4to día, pero como era muy ignorante en el tema, ni siquiera se me ocurrió preocuparme por ello, simplemente disfrutaba tenerla cerca. Por su puesto un día la leche bajó.
Había una puericultora en el Hospital. Era fría y distante, pero por lo menos fue clara en no ofrecernos biberón y yo simplemente en ese momento hacía caso a lo que me decían… Seguro que si me ofrecían lo contrario hubiera cedido. Fue suerte.
A partir de allí disfruté cada momento que le di la teta. Algo instintivo apareció y me dejé llevar pese al desierto emocional.
Ahí tiré por la borda la mamadera y las indicaciones de «sólo cada tres horas, sino chupete». Tiré también el chupete.
Mucho tiempo después conocí a Laura Gutman, Gonzales, este blog y tanta información al respecto… que simplemente me ayudaron a entender qué suerte que tuve y también entender qué ‘estuve del otro lado’ y un poco de información respetuosa puede hacer la diferencia en nosotras.
Creo que todo esto sirve para tener mejor y mayor comprensión entre nosotras… conocernos mejor, juzgar menos y apoyarnos.
¡Gracias por escribir esto! Y perdón por el comentario tan extenso…me inspiré. Jeje
Saludos desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia)
Su dice
La verdad que para mi fue algo natural, quizas cultural. Soy cubana y en mi pais siempre he visto la lactancia como algo natural. Vivo en Francia y me he tenido que enfrentar y dar explicaciones sobre mi decision. Tengo un solo hijo de 25 meses y aun toma leche materna. Durante los 14 primeros meses nunca se enfermo. Yo recomiendo la lactancia porque solo le veo beneficios.
Virginia dice
Yo llevo tres años dando teta a mi hija mayor, y ahora también casi cinco meses a mi cachorillo, y creo que además de todos los beneficios para ellos y o para mí,esos momentos tan íntimos y amorosos son increíbles,un regalo que dura poco n
El comienzo de mi lactancia fue difícil, por mastitis, cansancio y falta de información (era una ignorante de la maternidad respetuosa y con apego), pero gracias a los consejos de mi matrona y su grupo de lactancia, y que cayó en mis manos milagrosamente el libro de Carlos González,aquí sigo con la teta al aire 3 años después.
Hace falta muuucha información,sobre todo a nivel social, y un mayor respeto y apoyo a la crianza de nuestros niños.
Doloretes dice
Tengo 2. Uno de 4 años y la niña de 15 meses. Con el de 4, lo deje al año, un poco presionada por la gente. (Aun le das el pecho???) Pero con la niña seguimos, aunque creo que lo dejaremos al terminar el verano. Ya estoy preparada.
Hay q decir q tanto con el niño como con la niña, los inicios fueron muuuy dificiles y dolorosos. Hasta que no nos conectamos al 100%, fue un dolor terrible. Puede ser q el peor q haya aguantado en mi vida. No me rendi y ahora me siento muy orgullosa de nuestra decision.
Creo que hay q informar mucho mejor a las mujeres. Las buenas y las malas, por que las hay. Y con toda la informacion que una pueda escoger.
Y sobretodo respetar. Hay gente muy extremista, de un bando y de otro. No eres ni mejor ni peor madre por dar el pecho.
Uno tiene q escoger lo que crea q sera mejor para su hijo.
Mi comadrona me dijo una cosa q me tranquilizo muchisimo. Hagas lo que hagas, estara bien. Porque siempre lo haras pensando en el mejor para tu bebe.
Patricia Coronado. dice
Tuvimos la fortuna de encontrar un grupo de doulas y parteras, brujas sabias hermosas que nos guiaron y acompañan en este camino de crianza respetuosa. Los primeros dias de lactancia con Sara, mi primera bebé, fueron horribles! la leche no bajaba, pezones agrietados y casi a punto de sangrar, cuando por fin bajó, tuve fiebre, mastitis, no podia ni mover los brazos… despues de 10 dias ya estaba del otro lado… han sido ta casi tres años desde esos primeros dias y Sara aun toma de mi leche. Luego llego Gabriel al año y dos meses y durante todo mi segundo embarazo amamante a Sara. La lactancia con Gabo fue sin un solo complique, fue facilisima!!! y a la fecha Gabo tambien toma teta. Tengo ya 36 semanas de embarazo. Esperamos a nuestra pequeña Ananda y yo amamanto a mis dos chiquitos en tandem y espero «empatar» la lactancia con los tres cuando llegue Ananda. Es hermoso. Mis niños nunca se han enfermado y son niños muy sanos, fuertes, seguros, amorosos e inteligentes en gran medida gracias a amamantar. Saludos desde Bogotá, Colombia.
marta dice
Un artículo fantástico.
Yo fui descubriendo estas cosas poco a poco a medida que amamantaba a mi primer hijo, por lo que lo del apego por suerte lo sentí ya directamente en el corazon sin necesidad de manual, las demás cosas las fui aprendiendo, aunque desconocía el tema de la saliva que me ha parecido fantástico. Tbien me regañaron un libro de Carlos Gonzalez que me encantó, donde descibri que el embarazo debería durar en realidad 18 meses, pero que los bebés nacen antes porque nuestra cadera se ha estrechado (pero de ahí que nazcan aún tan indefensos y que sea tan importante el máximo contacto con ellos).
Tbien me las he visto, y sigo viendo con la gente y sus comentarios: que si el niño va a ir de la teta de la madre a la de la novia, que si descalcifica el dar teta más allá de los siete meses, que si tan grande y aún con la teta, etc, todo el mundo opina son más, estas en la calle, pasa una Llalla y tan pancha se pone a criticar, eso es bastante frecuente, o no se atreven a criticar pero preguntan, aún toma teta? En ese tono en el que se nota su desaprobación.
Incluso me las he visto y sigo viendo conmigo misma y este es quizás el punto más difícil y el que más me cuesta de llevar; a mi me dijeron que normalmente los niños se destetan solos y por eso yo les di con la intención de que lo dejaran cuando ellos quisieran, pero al pequeño, hacia el año y medio se la retire de día porque cualquier visita sólo recurría a la teta y veía que no desarrollaba otras formas de poderse calmar y sobretodo por la presión social (fue durisimo, estuvimos una semana llorando los dos) y de noche se la retire poco antes de nacer el segundo porque no me veiai con fuerzas de darle a los dos (y volvió a ser duro,menos pero también). Con el pequeño, que cumplirá 3 en Octubre, aún seguimos de día y de noche, y es cierto que aunque me encanta también tiene su parte negativa. Al mayor cuando el pequeño era un bebé no le importaba pero ahora lo ve grande y se enfada un poco a veces (jo siempre tetaaaa) y es cierto que el pequeño, aunque intento evitarlo, a veces se aprovecha de la teta para reclamar más atencion sobre el que sobre su hermano por eso la teta se ha convertido un poco en discordia y la querría dejar, al menos de día (pero la verdad es que me cuesta dejarla, intento distraerlo y todo porque no quiero que sea una decisión unilateral y razonar con el, pero de momento no me funciona) y de noche pues a pesar de que me chifla tenerlo en mis brazos, sentir su contacto, querele, etc pero es cierto que es muy cansado, porque al tomar teta se sigue despertando por la noche y el dormir a trozos agota (el mayor fue dejar la teta y dormir del tirón) y tbien me planteo si no descansará mejor el sinduerme del tirón.
Bueno, imagino que dependerá del carácter de cada uno, de como lo enfoques y todo, pero me apetecía contar también las difícil con las que me encuentro. Eso si, la felicidad cuando le das teta y no puedes dejar de mirarle y te sientes tan a gusto con el es lo mejor que hay.
Alicia Serra Montblanch dice
Buenos días. Me siento totalmente identificada!!! Yo tampoco pensaba darle pecho y aquí estoy en lactancia en tandem de un niño de 3 años y un bebé de 10 meses, y no li cambiaría por nada del mundo. La maternidad me ha puesto la vida del revés, me ha hecho cuestionarme hasta del último detalle y crecer cada día como persona. Me siento afortunada por tener a mi lado a los 2 mayores maestros que jamás hubiese imaginado. Yo recomendaría la lactancia sin dudarlo. Es verdad que hay momentos duros, cansancio, la sociedad que no ayuda, etc, pero lo bueno supera en creces a lo malo!!! Saludos. Alicia.
victoria Ramírez dice
Que gran experiencia esto de reconocer las creencias que uno tenia y como la maternidad es capaz de darlo todo vuelta. Mi madre y mi hermana mayor no habían podido dar leche porque en realidad no les gustaba y no producían suficiente, fue así como nació mi interés de vencer esa herencia familiar y buscar el mejor regalo que puedo darles a mis hijos. Soy mamá de Amanda de tres años quien disfruto hasta el año de vida de lactancia materna, en un comienzo difícil y doloroso para mi pero logramos afiatarnos y comenzar a disfrutar. Ahora Vicente de seis meses también está disfrutando de esta complicidad y alimentándose de amor de mama, desde el principio sin dolor ni molestias. Sin duda la experiencia y la información apoya tanto. Mucha lactancia para nuestros hijos y sonrisas al despertar.
ISABEL dice
Hola a todas las mamás! En mi caso tenía claro que quería amamantar a mis hijos, con el primero fue duro pero mi insistencia y tenacidad me ayudó a conseguirlo con éxito. Ahora tengo mi segundo hijo de 4 meses y mi experiencia me a hecho tener una lactancia muy agradable desde el primer momento en que nació mi pequeña. Me quedo con una frase que me dijo un médico…la mejor herencia que puedes dejar a tus hijos no son casas o bienes preciados si no darles el pecho. Para mí eso fue más que suficiente y costara lo que costara así lo haría. Un abrazo
Tania Paola Alvarez Castro dice
Gracias por escribir y fundamentar lo escrito con autores que seguro en esta sociedad no se conocen por desinformación. Mis inicios dificiles mi hijo no quería succionar (pezon invertido), bueno y así son ya 26 meses de feliz lactancia que ahora se ven amenazados por esta sociedad desinformada. Hace 2 semanas fui a EL PUENTE DE STEINER un centro educativo en Quito- Ecuador, y todo parecia bien hasta que atendí la demanda de mi hijo de su TETA y la directora de ese centro nos sacó casi a patadas a mi esposo, hijo y a mi diciendo mientras mantengas LACTANCIA Y COLECHO el niño no puede educarse aqui. Desde entonces me duele mucho negarle su TETA a mi hijo y quedamos que solo en casa para no tener problemas y estoy triste. Deberían haber mas movimientos de Lactancia para poder informarnos y no dejarnos vulnerar por personas que por prejuicios dicen lo que primero se les ocurre.
Ana dice
Me encanta tu artículo!
Yo siempre tenía claro que quería darle el pecho a mi pequeño cuando naciera pero tenía la fuerte convicción de que lo mejor era irle introduciendo otros alimentos lo antes posible y que sería lo mejor para los dos.
Pues bien, después de ver nacer a mi bebé y de ponérmelo en mi regazo y verle buscar el pezon con solo unos segundos de vida, mi idea cambió!
Han sido 6 meses de momentos agridulces, con dos mastitis tremendas y cero apoyo por parte del personal sanitario, pero ver cómo mi pequeñín crecía y engordaba después de nacer delgadin… Solo un pediatra me dijo «guau, sí que tienes buena leche cuando ha engordado en 15 días el triple de lo que debiera»
Y me quedé con eso, con esos momentos que disfrutábamos los dos, con lo sanote que ha crecido y eso que ha nacido en pleno invierno y no hemos dejado de salir a la calle ni un solo día.
A día de hoy ya ha comenzado con la AC pero sigue tomando pecho, y lo seguimos disfrutando.
Ojalá siga tan sanito como hasta ahora!
A pesar de las mastitis, recomiendo la lactancia a toda costa.
Saludos a tod@s
Climbermon dice
Hola, me encanta tu blog y lo sigo con frecuencia, me parece que es un blog que aporta, cambia y con-mueve por dentro;)
Me ha hecho gracia tu fase de conductista( me cuesta imaginarte asi) por otro lado me he sentido muy identificada con ru articulo.
Yo soy medicoby antes de tener a mis dos hijos cuando los padres venian a la consulta quejandose del sueño de sus hijos yo les daba una hoja word colgada en el escritorio del ordenador que me habia pasado la anterior pediatra, y sin cuestionarmelo mucho ,les explicaba cob todo lujo de detalles los procedimientos del ¡ sr estivill!!! Imaginate!! Son de cosas de las que ahora me avergüenzo, pero por otro lado me alegro mucho, de que ellos ne hayan dado la oportunidad de haber podido recorrer todo este camino de crecimiento.
Te mando la dirección de mi blog por si quieres leer el articulo que en su día publique sobre lactancia materna.
Te pido disculpas porque me estoy cambiando a WordPress y tengo el blog de»mudanza».
Un fuerte abrazo
https://amar-criar-crecer.blogspot.com.es/2014/08/1-de-agosto-dia-mundial-de-la-lactancia.html?m=1
Maya dice
Hola aguamarina
Hace tiempo quiero hacerte una pregunta y éste artículo me parece muy acertado para ello. ¿Qué opinas de la visión (por decirlo de alguna manera) de la pedagogía waldorf respecto a la lactancia materna?
Yo llevo amamantando 4 años seguidos a mis dos hijos, la mayor ya no toma. Éste año hemos empezado el cole waldorf, y nos encanta todo lo que estamos viviendo. Aunque me encanta el colegio en un 99% de lo que se vive y hace, el enfoque hacia la lactancia materna me da un poco de pena, porque lo veo muy rígido y sinceramente no sé en qué se basan, aún no he podido profundizar. Sólo repiten, maestros y doctora del cole, q la lactancia materna es hasta el año, que al año los niños ya tienen dientes y andan (una generalización y rigidez que no se aplica a nada más). Hablando con la doctora me recomendó fervientemente que le quitarse la teta al pequeño, por entonces tenia 17 meses, y le diera un chupete. ¿?!
Es que me choca mucho que sean tan respetuosos con tantísimas cosas de los niños y famílias y tan pro-medicinas naturales, escuchar el cuerpo y un largo etc, que no me cabe en la cabeza ésta interpretación de la lactancia materna.
Muchas gracias!
Blanca dice
Hola! La lactancia de mi hija fue dura porque no cogía peso al principio y mi marido me apoyó a medias debido al pánico que tenía de que ella se quedara desnutrida. Y la «inestimable no ayuda» por parte de mi suegra que hizo todo lo posible por ponerle aún más nervioso (y continua haciéndolo) insistiendo en darle biberón, toda una especialista en lactancia materna cuando ella no dio pecho hace más de cuarenta años y dando mucha información errónea a mi esposo. Quizás por la ignorancia que se tenía entonces, quizás por su necesidad de hacer con la vida de los demás lo que le parece mejor ya que no sabe cómo solucionar la suya. Al final llevé una lactancia mixta que he mantenido hasta los 18 meses de vida de mi hija y que finalmente he abandonado entre otras cosas porque ya estaba en mi 5 mes de mi nuevo embarazo. Esta ocasión volveré al pecho, sin duda a mi hija le ha ido muy bien el amamantarse porque su nivel de salud era alto. Espero que esta vez el papá y yo estemos más en la misma sintonía porque su falta de apoyo, todas las discusiones que esto generó han sido muy duras para mí y me han hecho crecer mucho priorizando el bienestar de mi bebé por encima de todo. Así que os animo a la lactancia materna, aunque sea mixta y espero que nunca tengáis una situación como la que yo he tenido que afrontar en una época tan maravillosa como es ser madre por primera vez.
Ana dice
Hola Diana estoy pasando lo mismo que pasaste tu.. te abrazo
Diana dice
Hola, agradecería recibir respuesta a éste mensaje, ya que he estado buscando información al respecto y no he podido encontrar posturas desde el punto de vista de la lactancia natural, la única versión que tengo es la de mi ginecólogo y mi pediatra y me gustaría saber si existe alguna alternativa, antes de tomar la decisión.
Actualmente tengo una bebe de 9 meses – Isabella, a quien he lactado perfectamente, a pesar de las dificultades, ya que mi pezon es muy corto y ella no podía tomarlo, por lo cual me ayudé de una pezonera de silicona, con lo cual ella toma su pecho perfectamente. Mi duda es sobre su destete, ya que mi esposo y yo decidimos que queremos otro bebé y decidimos que fuera lo antes posible (por diversas complicaciones que pudieran surgir, ya que tener a Isabella fue muy difícil y adicionalmente por mi edad 40), pero los médicos nos dicen que para tener el nuevo embarazo debemos suspender totalmente la lactancia. Pensando en Isabella decidimos que no fuera antes del año, pero mi duda es si ¿es real que necesito quitarle el pecho totalmente para poder tener otro bebé? Además, ¿que pasa con la leche del nuevo bebé? Se puede afectar?
Andrea dice
Hola Diana, mi consejo x lo que se es que no destetes a tu beba x un nuevo embarazo, no afecta en nada que des de amamantar, solo si el cuerpo te lo pide xq te sientas muy cansada etc…. hay que escuchar a nuestro cuerpo….el manda, si sientes desde dentro la necesidad de dejar de amamantar hazlo xq creo que es peor ir en contra de nuestras necesidades pero si te sientes bien para seguir mamantando no hay problemas….
Te encontrarás con muchas versiones tanto de pediatras, amigas, madres.. Tu misma tienes que ser 🙂
Animo….besos
Andrea dice
Hola a todas las mamás y futuras mamás…
Me encantó tu texto Aguamarina. Afortunadamente mis dos hermanas y yo fuimos amamantadas hasta casi los 3 años de edad siendo mi madre muy joven y trabajando en esta etapa…asi que no se si x esto o que el darle la teta a mi hijo no supone un esfuerzo sino todo lo contrario, algo natutral sin cuestiones de si esta bien o mal… También he leido a Laura Gutman gracias a mi hermana mayor madre de 3 niños lactantes.
Mi niño tiene 3 años y medio y sigue con lactancia y somos muyyyy felices, es muy lindo y todavia ni se me cruza x mi cabeza la idea del destete, ya vendrá solo imagino….
Gracias x tu blog tan lindo, siempre muy util…
Besos a todas
Andrea
Lucyinthesky dice
Estoy maravillada con esta página que acabo de descubrir. No puedo parar de leer. Mi experiencia con la lactancia también me ha sorprendido, siempre pensé en dar el pecho a mi hijo pero la verdad es que no creí q duraría más de 6 meses. Mi peque ya tiene 20 meses y seguimos. Es verdad que a veces es duro pero yo creo firmemente en los beneficios que tiene para él y me siento afortunada de no haberme topado con ningun problema que me haya hecho plantearme el dejarlo. En esta sociedad artificial parece que lo natural es lo extraño. Cuando digo que sigo dando el pecho la mayoría de la gente te mira como diciendo…madre mia! Incluso personal sanitario me ha recomendado que lo vaya dejando, ¿increíble verdad?. En resumen que me alegro mucho de que haya gente como tú tan respetuosa con todo y que informe al mundo de lo que es una crianza natural y respetuosa.
Ramiro dice
Me da mucha envidia esa mágica conexión entre mi hija y su madre, es un momento único entre ellas dos, íntimo, casi sagrado; un instante en que el mundo y todo se detiene para estar unidas. Es maravilloso. Me siento afortunado de poder presenciarlo.
¡Gracias por compartir!
Cecilia dice
¡Que grande Ramiro! Yo amamanté a mi hija hasta los dos años y siete meses, porque estando embarazada del segundo la sensibilidad en los pechos era insoportable. Pero lo más duro de esto meses de lactancia fueron los comentarios de mi familia y de mi pareja, que les molestaba que siguiera con la lactancia, yo supongo que serán celos. Cuando nazca el segundo, si ella quiere retomar la lactancia (es lo que espero) haremos lactancia en tándem, le guste o no al mundo.
Arc en ciel dice
Hola! Que post tan precioso, lleno de sentimiento y amor, como la lactancia en si.
En mi caso he dado el pecho siempre a mis dos hijos el primero tiene 3 años desafortunadamente él sólo tomó de la teta hasta los 4 meses pues cuando empecé a trabajar me fue muy difícil compaginarlo… pero estando embarazada jamás pensé en la idea de no dar teta, para mi es algo que va ligado tienes pechos, producen leche, tienes un hijo le das pecho… ojo que respeto mucho las mamás que dan biberón por la razón que sea es importante que la madre se sienta A gusto con lo que hace.
Con mi segundo aquí ando en ello, tiene dos meses y esta vez espero ir tan lejos con mi lactancia como me sea posible, tengo un nuevo trabajo y en el se que puedo tomar pausas cada x horas para sacarme la leche y así poder seguir con mi lactancia aunque sea a distancia y con la ayuda de un biberon… pero desde que destete a mi primero siempre me dije que la próxima vez lo haría mejor! Y la verdad estoy teniendo una experiencia preciosa por segunda vez. Gracias por compartir este post de verdad sabía varias cosas que mencionaste, pero me ha impactado lo de la saliva del bebé que se comunica con nuestro cuerpo y este fabrica la leche según la necesite nuestro hijo! Definitivamente la naturaleza es muy sabia! Un saldo muy grande
Adri dice
¡Muy completo el artículo! Es importante evitar los problemas que surgen al dar el pecho al bebé y cuidar la piel de los senos, dado que esn esta etapa es más sensible que nunca.
https://elembarazo.net/como-cuidar-la-piel-durante-la-etapa-de-la-lactancia-materna.html
¡Muy buen artículo!
Lucia dice
Tengo a mi segunda hija, tiene casi 2 meses de nacida, quiero que alguien me saque de ignorancia mi pareja el padre de mi hija puede obligarme a no darle teta? Quiere el que me saque la leche y se la de en biberon dice el que un pedatra le ha dicho que no es nesesaria la.lactancia materna, el puede obligarme a no darle?
Elisabet Pulido dice
A nosotros con nuestra hija nos vino muy bien a partir del mes darle por la noche un biberón con leche de formula, lo cierto es que dormía muy bien gracias a ello. Posteriormente como la madre tenía previsto trabajar, le fuimos incorporando de modo gradual mas tomas . Lo que nos paso es que a pesar de buscar el mejor sacaleches que encontramos, nuestra hija prefería la leche de formula a la materna, pero esto también fue positivo , sobre todo en nuestro caso en que la madre se incorporaba a trabajar.