A pesar que en occidente vivimos en un mundo mental e intelectualizado, nuestra naturaleza interior está conectada con los ritmos de la naturaleza.
Por eso, ahora que en Europa estamos atravesando el pleno invierno y que parece que el mundo natural haya quedado en silencio, como si estuviera conteniendo la respiración, caemos fácilmente en un estado anímico de tranquilidad y recogimiento, incluso de silencio y contemplación.
En invierno, cuando las temperaturas descienden y los días son breves, cuando el aire es fresco y los cielos nocturnos claros como el cristal, se altera el ritmo de la vida animándonos a que hagamos una pausa y pensemos, siendo el momento perfecto para observar nuestro interior, evaluar los últimos meses y hacer planes para el nuevo año.
Así que aprovechando el poder que otorga el invierno, te animo a que te regales un retiro personal, pueden ser un par de horas, una noche, un día o incluso un fin de semana y realiza un viaje a tu interior para reflexionar ç sobre tu año: pasado, presente y futuro.
Qué vas a necesitar para el retiro
- Al menos 2 horas de tiempo para ti mismo/a
- Jabón de incienso o relajante
- Ropa cómoda
- Cuaderno o diario
- Algo para escribir o dibujar
Nota previa: Esta guía es una breve explicación de cómo hago yo mi propio retiro y como se lo he recomendado a muchos/as pacientes en el pasado, pero por supuesto puedes adaptarlo a tus necesidades.
Preparación
Prepárate para este viaje tomando un baño purificador o dúchate con un jabón relajante, como puede ser un jabón de incienso. Si te permites el lujo de hacer un baño (es de las pocas veces que me lo permito al año), son geniales las bombas de burbujas relajantes, en Lush tienen una con pachuli e incienso que me encanta.
Mientras te bañas, imagina cómo el agua jabonosa limpia los desechos del año.
Mientras emerges, sécate con una toalla limpia y ponte ropa fresca y cómoda.
Comienza el retiro
Te recomiendo que salgas a pasear por algún lugar de la naturaleza lo más tranquilo posible, quizás un bosque o una playa solitaria (en Mallorca en invierno es muy fácil encontrar una playa así), si no puedes hacerlo, busca un lugar muy tranquilo y utiliza la visualización, imagínate en movimiento siguiendo por ejemplo un camino que se adentra en un bosque invernal.
Antes de comenzar a caminar, podemos sentarnos un momento al inicio del camino y dedicar unos minutos a meditar o simplemente un momento de contemplación, ayudados de algunas respiraciones profundas y pausadas. Esto nos preparará para pasar por el umbral de este viaje.
Después, di en voz alta tus metas para el retiro y marca tu comienzo en un diario o cuaderno que lleves contigo, puedes escribirlas o dibujar algo artístico.
(Este cuaderno de dibujo que me regaló Emma de LoraLora va a ser mi cuaderno para el 2016)
Ahora, cuando vayas a ponerte en marcha puedes decirte algo así: “Entro ahora en el otro espacio”, y te abrazas a ti mismo/a.
En el camino
Permanece la mayor parte de tu retiro recordando tu año y anotando todo en una lista, haciendo las paradas que necesites.
Para hacer este trabajo de revisión quizás pueda ayudarte el listado de preguntas que publiqué el año pasado: 40 preguntas que te ayudarán a evolucionar.
También puedes hacer bocetos o cualquier cosa que pueda captar lo que hayas hecho los últimos doce meses.
Después, contempla las tareas y los retos que te propones para el nuevo año. Déjate llevar por tu intuición e incluso añade fechas y horas para tener más éxito, incluso puedes hacer árboles mentales como los que te expliqué en: Aprende a hacer árboles mentales y consigue todolo que quieras.
Como último ejercicio te propongo que escribas una breve carta a ti mismo/o, que podrás leer el año que viene cuando estés haciendo de nuevo este retiro. En ella puedes decirte:
- Lo mejor del año pasado
- Lo peor del año pasado
- Tus retos e intenciones para el nuevo año
Puede parecer raro que te escribas una carta a ti mismo/a, pero es una herramienta poderosa para ayudarte a dirigirte realmente hacia dónde quieres ir este año.
Para acabar el retiro
Es muy importante que elijas un elemento que te sirva de talismán, tal vez una piedra, y sostenla en tu mano para llenarte de energía mientras te concentras en tus intenciones, imaginando cómo van a llegar a buen término.
Este elemento deberás dejarlo en tu mesa de trabajo, o en algún sitio especial que esté muy presente y visible en tu día a día, como un recordatorio visual de tu retiro y de tus planes.
Finalmente, vuelve a casa (o imagínate que vuelves a casa si lo haces mediante visualización), acabando con una afirmación así: “Un viaje emprendido, el pasado y el futuro; intenciones establecidas, y a ellas me aferro en el presente.”
Ya puedes volver al tiempo real y dar la bienvenida a este nuevo año 2016, en el que puedes conseguir cualquier cosa que te propongas.
Algunas de mis intenciones para el 2016
Hace poco fue mi cumpleaños y F. y Sunflower me sorprendieron con un anillo preciosísimo con la palabra LOVE.
Y ese es precisamente uno de los objetivos prioritarios para mí este año, no solo el amar hacia afuera, más y mejor, sino también el amar hacia adentro, cuidándome más a mí misma, pues en el 2015 me he “maltratado” en muchos sentidos que no quiero repetir.
Por eso, una de las cosas que me he propuesto es empezar cada día de este 2016 con una afirmación positiva que me ayude a concentrar mi intención, de ahí el motivo de que cada día publique una afirmación positiva en mi Twitter (¿ya me sigues por ahí?), que ya he empezado a publicar esta semana.
Otro de mis retos, es conseguir más equilibrio en todo lo que emprendo. En 2015 pasé por momentos de auténtico desborde, pues mi ego tiende a abarcar de forma automática más de lo que humanamente se puede, con todas las consecuencias que eso conlleva…
Y para conseguir ese equilibrio solo puedo lograrlo estando más presente en el aquí y el ahora.
Ese sería mi tercer objetivo, deshacerme de la trampa del tiempo y ESTAR PRESENTE AQUÍ Y AHORA.
Para ayudarme con ello he comenzado a leer en serio este libro de Michael Brown que tengo desde el verano, un libro que me recomendó Lucía Doula (te hablé de ella aquí) y que propone un plan de 11 semanas para conectar con la poderosa conciencia del instante presente.
De momento me tiene absolutamente cautivada. Cuando acabe todo el proceso te explicaré mejor cómo me ha ido y cómo lo he vivido.
Y como mi intención es permanecer más conectada al momento presente, disfrutando de cada minuto, este año vamos a estrenarnos con un bote de recuerdos, en el que podamos ir guardando nuestros momentos favoritos del año.
Es una idea que vi en Pinterest hace varios meses y que me gustó mucho. Por eso hemos preparado este sencillo bote decorándolo con el rotulador para vidrio que usamos para pintar las tazas de los abuelos y lo tenemos en el salón junto a un bloc de notas.
Será bonito en la víspera del próximo año vaciar el bote y recordar los mejores momentos vividos en familia.
Si te animas a hacer tu propio retiro personal y establecer tus nuevas intenciones para el año, ¿me lo contarás? Te espero en los comentarios como siempre.
En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible – Albert Camus
Julz dice
I am an Indian but not a Techie! So, your observation is half right. I generally write more serious stuff, but am trying to get in some occasional humor as well… Weie.mcoDestlnation Infinity
Anna dice
Hola! has terminado ya el proceso del libro de Michael Brown? yo voy a empezar la primera semana y me gustaría conocer tu experiencia!
De mi casa al mundo dice
Haré un post sobre ello, pero sin duda, te lo recomiendo.